Pero ese no es el verdadero final… Kubrick nos engañó a todos.
De esta manera terminó la primera parte del maravilloso análisis que Críticas Pintescas realizó. Lo prometido es deuda y hoy os traemos la continuación. ¿Aún no has leído la primera parte? ¿¡A qué esperas?
Terminamos con las diferencias, que no son pocas
Sí habéis visto la película diréis que es exactamente igual, pero creedme, tiene sutiles diferencias que lo cambian bastante.
Se nota mucho las diferencias en la primera parte, que es la presentación a este mundo de ultraviolencia. En la película vemos el bar lácteo Korova y a pesar de que no nos lo describe, dudo mucho que es lo que muestra en pantalla: todo de un blanco perfecto, ordenado y limpio, cuyas mesas son reproducciones de mujeres desnudas algo retorcidas. ¿Pero qué es esto? ¡Hasta el moloco (leche con droga) sale de la teta de una estatua!
Los trajes de los protagonistas tambien son distintos, ya que visten mayas negras y chaquetas ajustadas con hombreras, la mítica coquilla con un dibujo, así distinguiéndose y corbatas de un blanco roto. Así que el traje de la película está basado en lo descrito en el libro, pero a la libre interpretación de Kubrick, igual que el bar.
Y es algo que me ha mosqueado mucho en la película, el alto tono sexual que se respira de forma constante. La novela tiene sexo y violaciones, pero no hay cuadros de mujeres espatarradas, no hay estatuas con formas de pene, graffitis sexuales y revisiones a los presos desnudos durante un buen rato. Ha provocado al publico puritano de los años 70’ con esas imágenes pero con el paso del tiempo lo único que hace es empalagar de un ambiente cargado de sexo. Por favor, que la vieja que muere es sustituida por una madurita guapa asesinada con una estatua fálica…

El libro te describe las calles como un autentico caos donde un adolescente es el rey y los adultos son sus exclavos a los cuales saquear, hacer daño, burlarse e incluso violar. Las calles están vacías de jóvenes y ellos parecen la única amenaza, como un pequeño grupo de gamberros que se mueven por si solos y no por una moda juvenil. Premia la estética antes que ser una buena adaptación ya que la pelea inicial con Billyboy es en un teatro con una musica que encaja a la perfección y queda precioso, en cambio, la novela te describe una central llena de porquería y el Lerdo acaba bastante magullado.
Le cambian el nombre al Lerdo por Dim. ¿Qué puñetas es Dim? Alex tampoco tiene una serpiente e incluso aporta dinero en casa, cosa que la película decide quitar para hacerlo más inmoral. Tampoco tendremos esa violación a las jóvenes, ya que el director le pareció mejor sustituirlo por un encuentro sexual y fin. Una escena que no aporta nada a la trama, pero queda muy chula en pantalla.
Los hogares se notan que los ha dirigido también Kubrick, ya que ese estilo de casas no se describen en la novela y se ha tomado la libertad de inventarse lo que le ha parecido bien que encajaría con el tono de su película.
Algo que me ha gustado es ver la estricta seguridad de la cárcel y tratar a los prisioneros con un orden militar extremo, pero también llega a cansar e incluso resulta cómico. Las cárceles están bien, son hasta bonitas, y no hay superpoblación. Y eso conlleva a un error muy grame en su argumento: al haber una superpoblación de delincuentes juveniles se plantean el tratamiento Ludovico, pero si no hay apenas delincuentes en las cárceles y mucho menos jóvenes agresivos… ¿De qué narices sirve?

Alex, en la novela, quiere salir de la cárcel para volver a delinquir y vengarse de sus drugos, pero en la película no tiene una motivación para salir. Bueno sí, ser libre, que no es poco, pero si lo comparamos con la motivación de la venganza, vemos que es incapaz de reformarse.
A partir del tratamiento en adelante la película recupera el ritmo de la novela mezclado con lo mostrado en la primer parte, ya que debería darle una paliza a un bibliotecario y romperle unos libros sobre cristología muy importantes y en la película es un vagabundo. No es lo más grave del film, la verdad. Todo sigue su ritmo, tal como lo he descrito arriba pero entramos con el plato fuerte…
Aquí tenéis la segunda parte del maravillos texto que Dani de Críticas Pintescas nos envió. La semana que viene tendréis la tercera y última parte. Podéis seguirle en sus redes sociales: su blog, Instagram y Twitter.